Todos sabemos que se puede reciclar objetos que son cotidianos en nuestra vida como, por ejemplo, botellas de plástico, bandejas desechables de alimentos o latas de aluminio. La tasa de reciclaje de latas de acero llega al 90%. Al reciclar latas de aluminio, se puede ahorrar energía en un 97%. Además, las cajas de cartón que se usan para la compra online se convierten en basura, pero la mayor parte de ellas se recicla y estamos reutilizándolas.

Los ejemplos anteriores son fáciles de entender, ya que el uso es el mismo, antes y después de reciclar. Y ¿qué pasará con aquellas cosas más "complicadas" después de convertirse en basura? Por ejemplo, pensemos en un coche. Un coche está formado por muchas piezas y, a su vez, los materiales de los que están hechos son diferentes, como acero, aluminio, caucho, plástico, entre otros. ¿Se podrán reciclar esas piezas?

Investigar sobre cómo se recicla un coche después de desecharlo, es decir, cuando ya no es necesario, será un buen ejercicio para pensar sobre el reciclaje de basura. Vamos a profundizar un poco más sobre cómo se recicla un coche.

Un coche que ya no se necesita será entregado al concesionario. En cuanto al coste del reciclaje del coche, ya está incluido en el precio correspondiente en el momento de la compra, de modo que esa cantidad de dinero es la que se va a aplicar en el momento del reciclaje.

El coche recogido por el concesionario se transporta a un centro de desguace, donde se desmonta por piezas como la carrocería, neumáticos, llantas de aluminio, parachoques de plástico, cristal, entre otras. La carrocería, hecha de acero, se reutiliza como materia prima para la fabricación de otra carrocería o para otro tipo de usos como la construcción en acero o acero corrugado. Los neumáticos se reutilizan, después de ser triturados, como combustible o material de pavimento de carreteras. En cuanto a las llantas de aluminio, se las funden y se convierten en materia prima para la fabricación de productos de aluminio. El plástico, como los parachoques, se reutiliza como materia prima de piezas de otro coche o se puede utilizar como combustible. Los cristales se trituran y se convierten en materia prima para fabricar vidrio. Además, los coches recientes llevan muchos cables eléctricos y muchos de ellos son de cobre. Estos cables de cobre se funden y se usan de nuevo como cables de cobre o se reutilizan para fabricar otros productos de cobre. De esta manera, de un coche desechado se recoge casi 100% de sus piezas y un 95% de ellas se recicla.

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Toda la basura se puede reciclar.