Una sexta parte de la cantidad emitida de dióxido de carbono en Japón proviene de vehículos como automóviles o trenes, casi la mitad de los cuales son de coches particulares. Aunque muchos coches particulares tienen solo una o dos personas a bordo, siguen emitiendo una gran cantidad de dióxido de carbono por el uso de gasolina. Cambiar a medios de transporte públicos como trenes o autobuses permite evitar el aumento de emisiones de dióxido de carbono.

Una forma de reducir aún más las emisiones de dióxido de carbono, o incluso de eliminarlas por completo, es utilizar bicicletas. Si el destino no está demasiado lejos, ir en bicicleta no solo es una buena forma de hacer ejercicio moderado, sino que también contribuye a reducir las emisiones. En la actualidad, cada vez hay más bicicletas de alquiler disponibles para cualquier persona, conocidas como "bicicletas compartidas”.

Cuando sea inevitable utilizar el coche para desplazarse, se recomienda conducir de manera que se emita la menor cantidad posible de dióxido de carbono. El truco es evitar maniobras bruscas, con acelerones bruscos, frenazos bruscos o giros bruscos, ya que estas maneras de conducir aumentan el consumo de gasolina. Intentemos realizar una conducción suave. Por otro lado, otra forma para evitar desperdiciar gasolina es no cargar el coche con objetos innecesarios.

Para reducir el dióxido de carbono, necesitamos pensar no solo en el desplazamiento de las personas, sino también en el transporte de mercancías. Al transportar en camiones verduras cultivadas procedentes de granjas lejanas, se consume más combustible y se emite más dióxido de carbono. Hay un concepto, "millas de alimentos", que se refiere a la cantidad de dióxido de carbono que se emite en la producción y transporte de alimentos en función de la cantidad y distancia a la que se han tenido que transportar. Lo mejor es mantener bajo ese valor, por lo tanto, teniendo en cuenta estas "millas de alimentos", consumir verduras de producción cercana, lo que se conoce como consumo local, es mucho mejor.

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Reduzcamos CO2 en el transporte.

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Cantidad emitida de dióxido de carbono según el tipo de vehículo.

Documento: "Emisiones de dióxido de carbono en el sector del transporte" (2019) Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo

El gráfico de arriba muestra la distribución de las emisiones de dióxido de carbono según distintos tipos de vehículo en Japón. Se puede observar que aproximadamente el 85% se atribuye a automóviles en general, incluidas las motocicletas. Entre ellos, la proporción de coches particulares es más de la mitad. Por otro lado, se puede ver que el porcentaje de autobuses es bajo, y el de los ferrocarriles, que transportan mucha gente, es de tan solo 4% del total.

El gráfico de abajo muestra una comparación de emisiones de dióxido de carbono por unidad de distancia recorrida para diferentes tipos de vehículos. Se puede observar que los coches particulares emiten 7,6 veces más de dióxido de carbono que los trenes, y más del doble que los autobuses. Esto hace destacar la ineficiencia de coches particulares.

Documento: "Emisiones de dióxido de carbono según volumen de transporte (pasajero)" (2019) Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo

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Servicio de bicicletas compartidas en 225 ciudades japoneses.

El servicio de bicicletas compartidas, disponible para cualquier persona, se inició ya hace más de 60 años, pero no fue muy popular. La reciente popularidad de este servicio es debida a la difusión del sistema francés de alquiler de bicicletas con tarjeta, introducido en 2005. Desde entonces, este servicio fue instalando en unas 2.300 ciudades del mundo, incluidas 225 ciudades japonesas.

Fuente: "Actualidad y cuestiones relacionadas con las bicicletas compartidas" Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo